Una familia de tantas
Ahora que estan de moda los refritos y las versiones actualizadas, mepregunto como seria la de ese clasico. Los dramas de esa epoca trataban latristeza de lo spadres al ver que su familia no lograba lo que desearon yconstruyeron para ellos. No se en que radique la inocencia de la imagen que tenemos de la familiamexicana ideal, que se corompe en el drama de hijos descarriados e hijas sumidas en la verguenza de haber sido engañadas. cuando ahora simplemente queremos creer que nada debe darnos verguenza.
Me preocupa el tema, porque tengo la impresion de que tenemos un retrocesoen la generacion anterior y ya no pienSo en mi, sino en la estructura social que le dejo a mis hijos. MI concepto de la generacion de mis padres es la de procurar una superacion, de pasar por trabajos y penurias, pero logrando darle mejores oportunidades asus hijos de las que elos tuvieron. En parte la economia de la epoca y la idiosincracia laboral lo permitia, poeso ha cambiado mucho. Ademas de las exigencias para ser cometitivo en lo laboral, y de laestrechez economica (y mira que la generacion anterior vivo devaluaciones tragicas), la nuestra es una generacion de muchos descalabros. Desercion escolar, divorcios, uniones libres, etc. No se trata de lamentarse de nuestra generacion sino de proyectar haciaadelante para saber que debemos corrregir, que soluciones debemos incubardesde ya.
Muchas de las aspiraciones de los padres, son las mismas de los hijos,pero nuestra genracion se distinguio por no tomar la decisiones correctaspara lograrlas. Al menos mis padres pudieron comprobar que mi media naranja es tal vez launica decison correcta que tome ene l camino hacia la adultez, porque deotro modo no hubiera tenido hijos tan hermosamente sanos, y no se hubieraplasmado en ellos lo mejor de nosotros, como esperanza y promesa de que ellos descubriran mejores respuestas. Tanto rollo para decir que mis hijos son la mejor prueba de que no me heequivocado en todo.
Solo espero que una nueva versiooin no sea hecha ni por los Bichir ni Diego Luna o Gael Garcia.
Labels: Cronicas de Papá Cuervo, Filosofando
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