Encuentro con un ser Divino

Los amigos no se equivocan, efectivamente he estado sumido en el trabajo..

Y no les pude contar mi primer encuentro con un ser superior, y no se trata de ningún extraterrestre.

Resulta que hace días mi media naranja y yo hacíamos las compras en el supermercado cuando nos ofrecieron la tarjeta de la tienda. Ya saben, casi casi, como una oferta como una promoción, para que no ande pagando apertura ni comisiones, hoy se la venimos ofreciendo sin ningún costo…

Sí, aceptamos, cosa rara en mi porque por regla general yo estoy contra los créditos (reminiscencias de mi post adolescencia desconfiada e insegura) y la promotora nos guió al modulo, donde nos atendió con un bostezo otra señorita que me recordó a Sisi (el personaje de Consuelo Duval, que termina todas sus frases con un “sí?”), pero dentro de los comprensible, porque ya pasaba del mediodía y de seguro ya había repetido las mismas indicaciones muchísimas veces.


Mientras revisábamos la solicitud, y procurábamos encontrar las letras pequeñas del contrato, se apersono (¿o debiera decir materializó?) un tipo cuya apariencia no me dejo adivinar su verdadera identidad, la que descubrí oyendo su conversación “casual” con la clon de Sisi.No puedo trascribirla toda pero incluyó frases con un tono de autoridad suprema tales como bla, bla, bla ”le dije” bla, bla, bla “A ese cliente no le autorices crédito”bla,bla, bla”simplemente porque no”

¿Que pretendía el sujeto este hablando de cuestiones confidenciales de modo que pudiéramos oírlo?, ¿intimidarme?, ¿atemorizarme con no autorizar mi tarjeta?.Lamento decepcionarlo. Inmediatamente sentí (nauseas?, no esas fueron después de olerlo) que estaba perdiendo miserablemente mi tiempo, además de ganas de reirme en su cara, pero me contuve.

¡El tipo se sentía el Dios que otorga las tarjetas!, y después de soportar su aire de suficiencia, además del aroma a sudor que no pudo ocultar con su colonia barata extendio mis documentos y me dijo :

-Llameme enre 8 y 9 de la noche, para ver si ya quedo lista su tarjeta
-¿De hoy?
-No es muy probable que esté pero ...
-...es lo que te obligan a decir...
-No, (es que me gusta decirle a la gente lo aque haga, no lo dijo pero lo pensó) llámeme para ver si acaso está.

No lo puedo creer todavía. ¡El tipo se siente el gerente de Banxico o Banrural! ¡Y no es mas que un agente en un módulo de cartón!, ¿cual es su razonamiento lógico para decirme que llame para preguntar algo de no va a tener respuesta todavía? Definitivamente compensaba su complejo de inferioridad con esa pose de prepotencia. La verdad ya no me importa la pinche tarjeta, la cual es casi seguro que me la niegue por haberme rebelado en su contra osando interrumpirlo y cuestionando el porque tengo que obedecer sus designios, sin duda su castigo divino será terrible.

Y lo curioso es que ni siquiera me duele el tiempo que desperdicié en el burocrático trámite de solicitarla, porque encuentros con seres “divinos” , no los tengo todos los días.

Saludos a Faxmaniac y a Fidoopy