Ahora si continuo con los posts dedicados a crimenes VIP digamoslo del modo cursi y atelevisado.
Recordando...
El primer caso es el asesinato del cantante Victor Iturbe "Pirulí" en el año 1987, de un modo simple y efectivo. Dos asesinos llaman a su puerta, él sale, dos balas y despues desaparecen.
Despues yo postulo el accidente en carretera de Manuel Clouthier "Maquío" sucedido en 1989, como un asesinato "preventivo", digo, para prevenir que interfiriera con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. O tal vez fue una venganza con intereses políticos, o no. O tal vez hay un asesino psicopata en serie que no tolera los apodos tontos en personalidades públicas.
El siguiente caso, cronológicamente hablando, es uno que resultara más familiar y donde se deja sentir el despliegue del poder de un modo mas caramba (No me gusta usar palabras altisonantes).
El Cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo salía del aeropuerto de esa misma ciudad, el 24 de mayo de 1993, cuando en el estacionamiento, abordo de su automovil, varios hombres le disparan con armas automáticas.
La primera teoría de las autoridades es que los asesinos confundieron al Obispo con el Chapo Guzmán, un prominente narcotraficante. Una de dos: Los narcos en México tienen cara de Obispo, o los Obispos tienen el aspecto lujoso y de mal gusto que generalmente tienen los narcos. ¡A caray!, desde mi lado anticlerical esto último no suena tan absurdo.
En fin, lentos pero seguros, la PGR se anoto el punto de capturar al dichoso narcotraficante, o sea al Chapo, porque el otro, ¡perdon!, el cardenal ya estaba muerto. Espero que no se hayan hecho bolas porque yo si.
El punto es que atrapan al Chapo y lo acusan de complicidad en el homicidio, ¡caray! ¿que no era él,según la misma PGR, el objetivo de los asesinos?.
Pero antes de ampararse con las autoridades terrenas, los rivales del Chapo prefieren visitar al Nuncio Apostólico en México, algo así como el embajador del Vaticano, para aclarar que ellos no mataron al Cardenal.
En serio que conforme se sucedian los acontecimientos, me parecia que estaba viviendo tan cerca como los medios me lo permitían, una novela de Mario Puzzo, pero de la vida real. Hasta ahora no se ha atrapado a ninguno de los asesinos, ni a los autores intelectuales, ni se ha establecido un motivo, pero definitivamente, había mucho dinero y poder de por medio, poder de droga, religioso y politico, que siempre, pero ahora de forma más palpable, dominaba a mi país.
Para profundizar:
http://www.aciprensa.com/Docum/posadas.htm
http://www.lacrisis.com.mx/especial141003.htm
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