Si Palpatine le pidio consejos a alguien para lograr que sus aliados le fueran eternamente leales y perpetuar su dictadura, seguramente fue a mi madre, a juzgar por los resultados.
Despues de mi etapa teoloca (porque no alcanzo a ser teologica, como voy a posicionarme en la blogosfera si nunca escribo y cuando escribo lo hago sobre religion?), pase a mi etapa Edipica y antimaterna. No me malentiendan, amo a mi madre, aunque jamas comprenda como pretende mantener la unidad familiar. Se acuerdan de Lizzy, mi sobrina? Pues la canija alcanzo las 15 primaveras (recordandome que me acerco a los 30 otoños) con la novedad de que su principe azul es casi 6 años mayor que ella. Cuando me lo dijo tan oronda casi me da el infarto pero me controle. Hable lo mas paternal que pude, sin usurpar el lugar de mi hermana, sin regañalarla y tratando de que comprenda porque me parece la peor idea que se le pudo haber ocurrido.

Como mi madre no tiene idea de lo que le dije exactamente esta super traumada con que pueda provocar un disgusto con la niña (me vale lo que piensen, mi sobrina no es cancha reglamentaria todavia!) o con mi hermana, me armo un superpancho en la onda de la "no intervencion". Pero yo estoy convencido de que debemos aprovechar de forma inteligente cualquier grado de influencia que tengamos en lo jovenes, para tratar de encaminarlos. La pasividad disfrazada de respeto es una indiferencia negligente (me vale si la frase es redundante), por algo los adultos han sido por defecto figuras de autoridad. Espero que la escuicla atienda consejos y la etapa pase pronto.