Águilas de gallinero
La hija de una vecina abandono la academia donde estudiaba para secretaria . Las materias más laboriosas, la Taqui y la meca(nografía) no se le dificultaron tanto. Mas bien tuvo problemas con las materias que requieren mas lectura y comprensión, áreas donde es muy común que los jovencitos pubertos carezcan de hábitos sanos. Desertó en medio de su desesperación. Su mamá le insistió en que le pidiera ayuda a mi esposa, y ella dudaba que le pudiera ayudar , aunque mas bien se avergonzaba de admitir que necesitaba ayuda. Al fin abandono los estudios en ese momento y ahora parece que gracias a Dios entro a otra institución de nivel medio superior, buscando una Segunda oportunidad.

El caso me conmovió como me han conmovido todos los que he conocido. En casi todos, como en este, a los padres el estudio después de la secundaria representa un gasto mas que una buena herencia en vida para los hijos. Yo le decía a mi esposa que hablara con ella y rompiera la barrera de la vergüenza, que le abriera los ojos para que pudiera ver un horizonte mas amplio. La verdad es que México pierde el valioso recurso de la gente porque como la fábula del huevo de águila que cayo en el gallinero, en el momento mas critico del crecimiento a nuestras águilas se les dice que son gallinas y que nunca podrán remontar el vuelo, porque nacieron para estar j o d i d a s.

Una Disculpa del tamaño el mundo a mi tres lectores (parafraseando a Catón), por haber dejado de publicar (ya no digo postear), una todavía mas grande por haber hecho entradas tan lamentables como la anterior, creo que la paternidad me ha vuelto aburrido. Por si no lo recuerdan había comentado que tengo muchos personajes y argumentos que no han podido cuajar en una historia que valga la pena y hasta mis ensayos adolecen de poder literario. Intento participar en el taller de Bruno Ruiz (http://www.hipertextos.blogspot.com) pero me he retrasado y no he estado a la altura de los que ya tienen tiempo pegándole al teclado.