Tuesday, December 18, 2007

Como ha cambiado este cuento

Cuando entre a la empresa donde estoy actualmente trabajando las cosas fueron cambiando rápidamente. las responsabilidades eran diferentes y había mas trabajo administrativo, tuve algunos errores, pero los mas graves no pude verlos, eran los referentes con la gente a mi cargo. No fui lo suficientemente duro ni frío, y no pude llevar a mi grupo a que se superara a si mismo, aunque podían hacerlo fácilmente. Mucha de esta gente trabaja solo para subsistir, el concepto de superación les es muy ajeno.


Lo peor es que no tengo mucha diplomacia en los momentos críticos, no he podido cerrar la boca cuando debo. Soy muy pragmático cuando se trata de resolver un problema en conjunto y pierdo puntos en cortesía. O tal vez juzgue mal a mi interlocutor, pensé que estaba mas preocupado por resolver el problema del equipo y no su problema de dirigirnos a todos. Quise sacar la discusión del estancamiento y le dije a mi supervisor que le bajara al tono y avanzáramos en la solución y con eso firme mi sentencia. Sin querer pinte mi raya con el, como dijo Francisco.


A la primera oportunidad de señalarme lo hizo y el gerente se aventó con todo contra mi, yo la verdad estaba en shock, jamás un jefe me había hablado en ese tono. No podía creer que realmente estuviera pasando. Mis compañeros trataron de salir en mi defensa (cosa que les agradezco, pero además se trataba de impedir que se repitiera con ellos la injusticia) y por poquito los degüellan. Ahora caigo que la verdadera intención era que reaccionara ofendido y renunciara.

Al día siguiente mis estrategias para corregir la situación fueron vanas, sin avisarme colocaron a un compañero en el puesto. Me mandaron a la banca con Francisco a esperar mi destino. Después me pasaron a mantenimiento, otro mensaje sutil por sino había entendido el primero, pero tome la decisión más desconcertante para mi gerente: acepte de buen grado. Tal vez ignoraba circunstancias personales que me impedían tomar el camino honroso a sus ojos. Conserve mi salario, que es el sustento de mi familia y salí por el momento de fuego cruzado. Si en el área seguirían haciéndose pedazos entre ellos para evitar ser degollados, lo mejor seria que se olvidaran de mi por un tiempo y que mejor que alejarme de su vista.

Otros como el mismo Francisco corrieron una suerte diferente, fueron liquidados, porque no supieron aprovechar su experiencia y porque el gerente es inflexible y dudo que jamás haya dado marcha atrás en una determinación aunque fuera equivocada, lo que para Francisco resulto provechoso, hasta donde se, ya esta trabajando de nuevo.

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