Pues ya lo ven, aqui sigo faltando a la regla de escribir diario en el blog. Y lo malo es que este mal hábito se esta extendiendo a la bitacora del trabajo, y a los recados de la casa. Bueno, en algun lado voy a apuntar un memorandum porque debo ponerme al corriente.
¿Saben si la necedad es hereditaria?, la necedad como obstinación, no como estupidez, aunque es cierto que se parecen. A propósito de un post de Fidoopy acerca de Marte y de Venus, pues es muy cierto que si las fricciones se dan en cualquier lugar que se encuentre un hombre y una mujer (con todo y que ya hay lubricantes sintéticos), en un matrimonio por lo general estan a la orden del día. Y a mi me hiere mucho el orgullo que mi esposa trate de dar por finalizada la discusion emitiendo el sabio juicio femenino de que soy un necio. A mi me parece que, en mucho, parecemos necios cuando se nos hace dificil admitir que hay formas de hacer las cosas, diferentes a la nuestra.
Y lo peor es que a mi me persigue un historial familiar de posturas rigidas (¡borren eso!), de necedad Martínez (debe haber muchos otros modelos de necedad, pero este es el que más tengo a la mano). Y si estoy en contra del prejuicio sistemático del tipo "crea fama y hechate a dormir", pues peor cuando la fama viene de generaciones atrás.
Los conmino a evitar juicios sobre la necedad ajena, y traten de ver el mundo con otros ojos, de preferencia con los de la persona que esta frente a ustedes. Y de paso, eviten juzgar a otros por el pasado, porque algunas veces tratamos de ser diferentes, y es dificil lograrlo, si no nos lo permiten, viendonos siempre como éramos antes. Digo, mi hermana me describió con la familia de mi esposa como alguien medio inútil para las labores del hogar, "porque mis hermanos me hacian todo" (cabe aclarar que soy el menor de la familia), aunque ella dejo de servirme algo de comer antes de los 7 años de edad y que no recuerdo que ella hecho nada extraordinario por mi cuando estuve estudiando.
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