Cronicas de papá Cuervo
De niño yo quería mucho a mis padres y me sentía amado. La adolescencia me pego tarde y por muchas razones las cosas se fueron enfriando, pero esa es otra historia.

Mi medía naranja se enamoró de mi como nadie y como de nadie (todavía no estoy seguro por qué).

Lizzie me seguía a todas partes y pasamos muchas cosas juntos, fuí al primero que le dijo papá, pero solo logré ser una especie de hermano mayor. Ahora me habla por mi nombre ni siquiera me dice tío.

Pero aún no recuerdo que me hayan amado tanto como Ximenita me lo demuestra. Tal vez porque es muy inocente, además tengo la ventaja de que la genética nos haga más compatibles y de que convivimos sin demasiada influencia externa.

Desde muy pequeñita le gusta la música y yo la acostumbré a arruyarla cantandole. No puedo evitar la lagrimita cuando "La tierra del olvido" de Carlos Vives, desde que se la canté en su portabebé y la pequeña me miraba fijamente alos ojos y cantaba a su modo conmigo.

Como la luna que alumbra
por la noche los caminos,
como las hojas al viento,
como el sol espanta el frio.
Como la tierra a la lluvia,
Como el mar espera el rio,
así espero tu regreso
a la tierra del olvido.

Como naufragan mis miedos
si navego en tu mirada,
como alteras mis sentidos
con tu voz enamorada.
Con tu sonrisa de niña
como me mueves el alma,
como me quitas el sueño,
como me robas la calma.

Tu tienes la llave de mi corazón.
Yo te quiero
mas que a mi vida
porque sin tu amor
yo me muero.

Descubrí que muchas canciones de amor tambien se le puden dedicar a los hijos.