Tuesday, February 17, 2009

Estadisticas sexuales

El otro dia estaba platicando con una señora en el trabajo que comenzo a despotricar contra de los hombres dicinedo que a muchos no les preocupa la satisfaccion de su pareja.

En algun lado publicaron que algo asi como 7 de cada diez mujeres sexualmente activas jamas han experimentado un orgasmo, teniendo algunas inclus años de de vivir en matrimonio. Comento esta señora que todo se debe a una cultura machista, yo trataba de hacerle entender que esto no es culpa necesariamente delos hombres, ademas cai en la conclusion de que las mujeres que logran tener orgasmos han tenido las mismas desventajas culturales que las que no los tienen. Esta señora saco el trillado argumento de que (lamentablemente) en algunas tribus de Africa todavia mutilan el clitoris de las niñas para que no tengan placer. Eso mas bien me hizo la pregunta, que excusa hay en nuestro pais donde eso no se practicaÇ? que es lo que se les mutila?

A mi me parece que mas bien se trata de ocuparse de conocer su propio cuerpo y desarrollar la propia sexualidad, sin esperar a que tu pareja te proporcione el placer.

Ayer dieron otra estadistica, solo 2 de cada diez mujeres experimentan orgasmos por penetracion vaginal, eso es muy coherente con lo anterior, o se malinterpreto la estadistica, o no tienen orgasmos porque no os buscan donde estan.


Si es cuestion de cultura en mexico, la cultura que tenemos de hecharle siempre la culpa a otros

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Wednesday, February 11, 2009


Teorias de conspiracion infantiles
El domingo rentamos la Bella Durmiente de Disney para Ximena. Ella la disfruto mucho, sin embargo yo no ude evitar discutir algunos puntos de los personajes.
Recorde el articulo El móvil de Hansel y Gretel que me envio Julian y que pueden leer mas abajo

Mas alla de la critica feminista de que a la princesa siempre la debe salvar el principe, me puse a pensar que el rey, al mandar quemar las ruecas del reino para proteger a su hija, una solucion muy visceral, solo provoco una crisis textil en el reino y un desequilibrio economico al tener que importar telas. Acaso es era la verdadera intencion de Malefica?

Si su Majestad hubiera estudiado ingenieria en alguna universidad publica mexicana, hubiera optado por redondear los husos (seguramente con un esmeril) y si en cambio se hubiera graduado del Tec de Monterrey habria desrrollado un plan para descontinuar la rueca y desarrollar nuevas tecnologias para hilar sin la necesidad de partes punzo cortantes, todo antes de 16 años.

A las hadas madrinas lo mejor que se les ocurrio fue apartar la princesa de sus padres toda su infancia, para despues alejarla de su verdadero amor (a pesar de que si todo salia mal, era el precisamente quien podia salvarla, como rezaba el contrahechizo)y obligarla a asumir su responsabilidad Real sin prepararla paraella primero. No era mas sencillo dejarla vivir tranquila y protegerla en su cumpleaños 16?.

Para acabarla, despues de haber metido la pata, para ocultarlo y evadir su responsabiidad, cito: "nunca lo sabran", prefirieron condenar al todo el reino a dormir junto la Princesa hasta que la solucion apareciera sola.

Creo que me esta crisis me esta amargando.


El móvil de Hansel y Gretel, por Hernán Casciari


Anoche le contaba a la Niña un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento más tenebroso de la aventura los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: 'No importa. Que lo llamen al papá por el móvil'.



Yo me conmoví y entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura —toda ella, en general— si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.


Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra.
Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía. Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace. ¿Ya está? Muy bien.


Ahora ponga un teléfono móvil en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura,
con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatri banda. ¿Qué pasa con la historia elegida?
¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo?


La Niña, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las nuevas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor. Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate. Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.
Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam. Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.
Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí. Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.

Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicació n. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.

Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa. La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicació n fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler.) Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis: M HGO LA MUERTA, PERO NO TOY MUERTA. NO T PROCUPES NI AGAS IDIOTCES. BSO.


Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado.
Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción 'Banda ancha móvil' de Movistar. Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados.

La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría 'Cien años sin conexión': narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmorni g) pero nadie le funciona el messenger.


La famosa novela de James M. Cain —'El cartero llama dos veces'— escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría 'El gmail me duplica los correos entrantes' y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.


Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, 'Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura', la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.


En la obra 'El jotapegé de Dorian Grey', Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.


La bruja del clásico 'Blancanieves' no consultaría todas las noches al espejo sobre 'quién es la mujer más bella del mundo', porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90€ la conexión y 0,60€ el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática.
Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.


Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.


Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.


La telefonía inalámbrica —vino a decirme anoche la Niña, sin querer— nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles. Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora? No.


Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador. ¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.


Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.


Nuestras tramas están perdiendo el brillo —las escritas, las vividas, incluso las imaginadas— porque nos hemos convertido en héroes perezosos, sin romanticismo y sin ilusiones.


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Friday, February 06, 2009

No me molesta realmente que el gobierno, a traves del IFE se gaste la lana de los impuestos y en comerciales que obliga a trasmitir a las televiasoras a fin de concientizar a la poblacion sobre el deber ciudadano de participar en las elecciones.

Lo que si me molesta es que se produjeron al menos tres comerciales distintos que te dicen basicamentelo mismo, que votes.

Si al menos compensaran el hecho de haber eliminado la materia de civismo de la secundaria (cierto es que no recuerdo mucho de lo que se trato) explicandole a la gente que se supone que es y que hace el Poder legislativo, que obligaciones tiene, que le debemos exigir a los que ganen las proximas elecciones del mes de Julio.


Lo que si me molesta muchismo es que en los citados comerciales sugieren analizar las propuestas, pero cuales? en internet se encuentran, pero no todos tienen acceso a la red, si realmente fuera algo que les preocupara seria algo de lo que hablaran y ademas demostrarian ser congruentes co sus principios y valores.


Por cierto, segun recuerdo que entre sueños escuche en la clase de civismo que uno de los requisitos para la mayoria d elos puestos de eleccion popular es tener un modo honesto de vivir, lo cual es una paradoja ya que la clase politica en Mexico no puede demostrar que se gana la vida honradamente, pues que hace un candidato para ganarse la vida si tecnicamente es un desempleado?.

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