El sabado le festejamos sus tres años a XimenitaYo solo pude estar en la misa, porque no pude cambiar mi turno en la chamba. Pero me cuentan que estuvo muy bien, ella se divirtio mucho, convivio con mucha gente que la quiere, la chulearon, porque iba de Cenicienta y al final eso tuvo algo de paradojico, esperen y veran.
Lo que me tiene perplejo, y mas porque en la empresa me dieron un curso de tecnicas japonesas de orden y limpieza donde mensionaron la facinacion que tenemos los mexicanos por guardar cosas inutiles, fue la cantidad de chucherias y parafernalia que mi media naranja obsequio en la fiesta.
Despues de escoger el salon, comprendi que la logistica seria (como sucede siempre con ellos con ella en estos eventos)monumental, amen de las inmensas ollas de comida (de las que se siguen repartiendo aun hoy entre los conocidos, con lo que me salvo de llevar lo mismo de lonche por semanas)y un pastel de dos pisos.
Me la vendio con la imagen de novedosa y practica, pues en lugar de la tipica bolsita dedulces que le dan los niños al final de las fiestas infantiles, ella les entregaria una lapicera de plastico llena de golosinas.
Lo que no supe hasta unos dias antes, es que la decoracion incluiria centros de mesa de madera y foammi alusivos al concepto de Cenicienta, saleritos y botellas de jugo, decoradas con labor a ganchillo, servilleteros, recuerditos y oraciones. Si puedo luego anexo las fotos.
Y como estaba pronosticado, las que mas se os pelearon fueron mis tias. Solo las servilletas personalizadas no eran desechables. A donde va a parar todo en un par de dias? (o meses incluso, en el caso de muchas vecinas)Pues a la basura, por eso son desechables. No me duele realmente lo que se gasto, y no es del todo inutil, porque supongo que los invitados realmente fueron agasajados (era fiesta infantil, no empiecen con risitas burlonas!), pero no puedo evitar la culpa del impacto ecologico que provocamos.
Y lo paradojico, y algo profetico, fue lo de Cenicienta, pues poco antes del final, el olor a humo y el aviso de los empleados del salon contiguo apresuraron la salida de todos, pues la cocina en la fiesta de junto se estaba incediando, con lo que el payaso encabezo el desalojo del festejo.