Muchos que me conocen me han tachado de ingenuo (a veces a mis espaldas, lo se) y es posible que tengan razón.
Sin embargo siempre es sano dar la oportunidad a la gente de hacer lo correcto, al fin a veces no perdemos algo que tengamos realmente.
Vean si no, el domingo aproveche la tarjeta para cargar tiempo aire en el super, para mi media naranja y para mi.
Pero como de momento no lo habia planeado, equivoque el telefono de mi esposa. Cuando ella reflexiono, y se dio cuenta de mi error, se lamento el dinero perdido.
Ya en casa decidi que no perdia nada haciendo el intento y le envie un mensaje al numero al que cargue el saldo, explicando mi error y pidiendo que trasfiriera un poco menos al numero correcto.
Y aunque no lo crean, esta persona, no se si es hombre o mujer, se tomo la molestia de hacerlo.
Muchas gracias por conservar algo de honestidad (y esperanza) en este pais.
Labels: Vida diaria
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