Hoy tuve una rara semi entrevista via mesenger, vaya como avanza la tecnologia. espero que todo vaya por buen camino, aunque tenga que cambiar de residencia, es mejor volver a la propia area, si es que debo tener alguna.
Al principio este post debia tratar sobre el nerviocismo y sobre el miedo que le tenemos a lo desconocido. Pero ahora estoy mucho mas tranquilo. A veces tal vez no sea a una nueva ciudad a lo que le tememos, ni a una nueva actividad o ambiente. A veces es miedo a descubrir que no estamos listos para enfrentar retos y a valernos por nosotros mismos. es el miedo a romper el cascaron, y todo cuando ya hace rato que estamos volando.
Deseamos el cambio, de algun modo explorar algo desconocido pero a veces le tememos precisamente por ser desconocido y ademas porque va a cuestiornar lo que ya creiamos saber o conocer.
A veces envidio a los que se lanzaron a su propia pequeña aventura y me pregunto donde quedo mi arrojo, cuando me volvi tan cauteloso, por eso, ¿que diablos? ¿que es lo peor que puede pasar?
Tengo una buena pregunta ¿Para que inflan las bolitas que se usan para empacar, si nadie puede resistir el hacerlas estallar con los dedos?
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